viernes, 6 de marzo de 2009

Opinión



¡GRACIAS JAIME!



Por jOhN GóMeZ


Fue triste y quizá desgarradora la fecha del 13 de agosto de 1999, cuando el rostro de Colombia se llenaba nuevamente de lagrimas e indignación, tras la muerte de quien no solo fue un personaje, pues con su alma y su carácter, dejo impregnado en el periodismo de nuestro país, un estilo que nos hacía ver nuestra propia miseria, desde la comedia; Jaime Garzón se burlaba de nuestra propia realidad con un deseo desesperado y triste por que Colombia sea el país ideal, en el que quisiera vivir… solo eso, vivir.

Cuando Jaime Garzón, protestaba desde su propio estilo respecto a la realidad infame de nuestro país, sabía que se vería enfrentado a amenazas, y diferentes declaraciones en su contra, esas que lo hicieron curtido, y solo se quedaron en sustos, lo que ninguno de sus compatriotas esperábamos es que las acciones contra su libertad de expresión, su integridad, y su vida, fueran truncadas tan pronto.


Jaime sabia a lo que se exponía, cuando a través de sus interpretaciones mofadas, sus entrevistas a personajes de la vida pública, y sus comentarios realistas, criticaba la dura situación de orden público que atravesaba nuestro país, culpando a quienes tenían la culpa en verdad, y haciendo un llamado fuerte a encaminar la paz no con un proceso político, si no con la reflexión humana a pensar que como seres humanos valemos por lo que tenemos, a pesar de los errores que podamos cometer, pero siempre con la convicción de aprovecharnos a nosotros mismos para construir una sociedad estable. Recuerdo claramente las palabras de Garzón cuando en alguna ocasión manifestó con quebrantos en su voz: “el Ser humano Colombiano vale por que tiene un potencial máximo para manejar una arma poderosa que es su corazón, y así cada día dispare amor a cada uno de sus compatriotas”.

Le dolía su patria, y aunque antes de su muerte presentía que en cualquier momento podría abandonarnos, nunca manifestó tener miedo, incluso dijo que valía la pena morir por Colombia, y que sentía que su tarea ya había sido hecha; es así que ver las imágenes del programa “yo José Gabriel” cuando junto con Cesar Mora y su Orquesta María Canela, Jaime Garzón canto la canción éxito por esas épocas llamada “canela” y entonando su primera estrofa “quiero morirme de manera singular, quiero un adiós de carnaval… ” Ninguno pensaría que poco tiempo después su canto habría sido el preludio de su injusto adiós.
Aunque luego del secuestro de Piedad Córdoba en el 99, Garzón fue advertido por ella misma de acuerdo a las acciones de los grupos paramilitares, el hizo caso omiso, continuo trabajando y desempeñando su profesión amada. El periodismo le dio a Jaime Garzón los motivos suficientes para conocer la realidad de Colombia, y al mismo tiempo servirle; a parte de él, mucha gente amaba lo que hacía, extendiendo su cariño a la calidad de persona que lo concebía único.

Holmann Morris, periodista investigativo de amplia trayectoria y reconocimiento, siguió el caso de la muerte de Jaime Garzón, durante mucho tiempo realizo un trabajo de recopilación de Versiones, que junto con investigaciones adelantadas al respecto, ayudaron al proceso de búsqueda de culpables y de justicia para la libertad de expresión. En el reportaje investigativo de Morris aparecen declaraciones respecto al hecho, con un contexto de la vida de Garzón, y los acontecimientos previos a su muerte, archivos de entrevistas, imágenes de su vida y obra, y en este caso concreto, evidencias de testigos y sospechas de su muerte. En este producto audiovisual, se ve claramente la intención del periodista por dejar que la historia se cuente sola, las intervenciones de Hollman Morris contextualizan el hilo conductor y son escasas, además de ser un trabajo critico de un periodista que no se come el cuento, se confirman aclaraciones utilizando la “Metacomunicación”, es decir se evidencia y se confirma un hecho utilizando la repetición de las declaraciones.
El trabajo de Morris, realizado en diciembre de 2004 y que fue emitido por el Canal Capital y el Canal Uno, mereció el reconocimiento a mejor crónica o reportaje en los premios Simón Bolívar de Periodismo; como colegas, creo que pensaríamos igual si aclaramos que aunque este es un excelente trabajo, preferiríamos que no se hubiera hecho, o que si existiera algún trabajo periodístico de Jaime Garzón, ojala este sea por su obra y aporte al periodismo Colombiano, y así lo hace Morris, claro está, pero quiero decir que la injusticia no puede llevarnos a admirar la vida y obra de un periodista en un homenaje póstumo, o una estatua de reconocimiento, preferiríamos que Jaime y todos los periodistas que han muerto por amar su oficio, hoy estuvieran vivos para continuar aportando y sirviendo a un país que recuerda y agradece a Jaime Garzón por dejar en los corazones de sus compatriotas el impregne de la crítica y el buen periodismo, y la lucha de una Nación, por la que todo vale la pena.

1 comentario:

  1. Jhon, me gusta tu forma de escribir, porque en primer lugar contextualizas a partir de lo que ves en los premios Simón Bolivar y de lo que tú sabes, posees muchas herramientas que las utilizas muy bien en tus escritos, eres claro y conciso. Claro a todos nos duele que personas tan reconocidas verdaderos sabios del periodismo, se vayan así por un problema político y que de un día para otro se olvide.

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