Opinión

MILAGRO DE VIDA

Por: jOhN GóMeZ

Adriana Herrera sufrió de cerca el drama que dejo la inseguridad y la injusticia, al ver truncada la carrera exitosa y llena de reconocimientos de su esposo, el profe Luis Fernando Montoya.

Después de haber conseguido la victoria para Colombia, en la copa Libertadores de América, el Once Caldas era el único vencedor; en el país había una inmensa satisfacción y orgullo por este equipo, el blanco vestía las calles de Manizales en una demostración de júbilo y victoria, el país no tenia si no agradecimientos con Luis Fernando Montoya, el director técnico del “Once”, quien llevo al cuadro a ser campeón suramericano en el 2004.

Hasta aquí la historia se contaba de una manera diferente, pero una tarde de aquellas en donde todo parecía normal, las noticias hacían que es historia sea empañada por un manto de tristeza, y de confusión. Por querer robarle, en un atraco, el profe Montoya había quedado muy mal herido; de inmediato los médicos y las autoridades hacían su arribo al sector en donde ocurrieron los hechos, lamentablemente ya se sabía de antemano que el profe no quedaría bien.

Esas noticias que tristemente hicieron que la historia sea desafortunada para el profe y su familia, tuvieron que seguir un curso informativo del que como periodistas, nunca quisiéramos seguir; los informativos en Colombia se referían al estado de salud de Luis Fernando, no había momento en donde ningún medio de Comunicación se encuentre informando acerca de su evolución; incluso al ser reciente la noticia del logro del Once Caldas, los medios internacionales, en especial de Sur América, se encontraban en el país para informar acerca del estado de salud de Montoya.

En medio de la tristeza, la confusión y la desesperanza por una sociedad incesante de violencia, se conocieron las reacciones de Adriana Herrera, la Esposa... una mujer luchadora, con la pujanza que caracteriza a los caldenses, pero que en ese momento se encontraba embargada en un sentimiento confuso y muy negativo.

Ricardo Henao Calderón, Periodista deportivo del canal RCN, consiguió unas declaraciones exclusivas de la esposa del profe Montoya; en medio del cubrimiento que hizo el canal, al hecho lamentable del técnico, Henao se entrevisto con Adriana, cuando los partes de los médicos eran desesperanzadores, y donde el arma más poderosa en ese instante para el profe, para ella, y para su familia, eran la fortaleza y la fe. Por esta razón la entrevista realizada lleva ese nombre “Mujer ejemplo de fortaleza y fe”.

Ya toda Colombia sabia que las noticias para el profe no eran buenas, sin embargo y pese a esto, sobraban las actitudes y mensajes positivos, para él, su esposa y su familia, por eso las flores, los mensajes y las demostraciones de cariño, no cabían en el hospital, ni en la casa de Luis Fernando, todas esas actitudes, llenaron de fuerza a Adriana, quien en la entrevista concedida a Henao hablo acerca de la fuerza que tuvo que sacar sin tenerla para darle a su esposo, de la confianza en Dios y en las Oraciones que Colombia hacia diariamente por la pronta recuperación de Montoya, quien a pesar de los reportes médicos, saldría adelante como un ejemplo, como un milagro, un milagro de vida.

De la entrevista realizada, hay varios aspectos importantes. Para cualquier periodista resultaría muy difícil entrevistar en medio del dolor y la angustia, a una persona que solo tiene una solución: esperar; por eso se destaca, que a pesar del dolor que se noto en el periodista cuando entrevistaba a Adriana, logro separar los sentimientos de su profesión, sin ser duro y directo al hacer las preguntas, al contrario, cada pregunta realizada, estaba impregnada de delicadeza y preocupación, de solidaridad y respeto.

Fue una entrevista corta, por que se realizaba en medio de un cubrimiento a un acontecimiento trágico, no importaba el lugar, pues en medio de todos los sentimientos que la embargaban, ni si quiera era relevante, ni para el periodista, ni para ella, que la conversación sea en la sala de un hospital. Lo importante es que fue una entrevista muy bien conducida, y exclusiva dentro de las noticias posteriores al triste atentado en contra de la vida del profe Montoya.

Este es un ejemplo del buen periodismo en Colombia, aunque sea ante un hecho tan bárbaro, atentar contra la vida y la integridad de una persona, puede resultar una noticia, y sabemos que la función del periodista es informar y formar, a partir del buen cubrimiento de los hechos. Cuando hacemos ver la parte humana de los afectados no solo ganamos rating, si no que hacemos ver a la gente, que en una sociedad tan afectada por la violencia, casos como el de Luis Fernando Montoya, no quisiéramos que se repitan, por eso es necesario rechazar todos los actos violentos; y así no solo el profe sea un milagro de vida, si no todos los que consideramos que la misma vida es un milagro.